pura pasión

Te conocí en tu caravana, en tu barrio de Vallecas, rodeado de lo que más te gusta: motos, compañeros y fotos que recuerdan tus grandes logros en el asfalto.

Me abriste las puertas de tu casa y las puertas de tu corazón. No dudaste en expresarme lo duro que fue llegar hasta donde has llegado, la humildad que respiraba tu vida y tu familia porque hasta
tenías que construirte algunos juguetes cuando no se podían comprar regalos en casa…

Me contagiaste de la fuerza para luchar por aquello que te apasiona en la vida, de tu entereza en los momentos difíciles, de tu calma cuando todo a tu alrededor eran nervios y presión por ganar, de tu aprendizaje cuando algo no salía como esperabas, de tus silencios tras una carrera para volver a tu “centro”…

Me conmoviste cuando reconociste tu miedo a montar en moto ahora y el motivo de tu superstición 12+1.

Me sacaste miles de sonrisas contándome historias que compartes con tus nietos (aunque no te gusta que te llamen abuelo porque te sientes “muy muy joven todavía”) y anécdotas en tu isla favorita de Ibiza (esa que hoy nos tiene en vilo).

La gente te quiere Ángel, por esto y por muchas más cosas que nos has ido enseñando a lo largo de tu carrera, no sólo profesional, sino por tu gran corazón, humildad y sensibilidad.

Eres pura pasión y vida… Agárrate ahora a ella como lo hiciste tantas veces y vuelve a ganar esta carrera que es LA TUYA. Te esperamos con miles de banderas para darte de nuevo la bienvenida y para darte todo lo que tu nos has dado. Adelante Ángel… vuelve a sonreirnos y a contagiarnos de tu pasión por la vida.

ANGEL NIETO…

Pura Pasión.

“Esto es mi pasión. Algo que me mueve
y sin lo que no puedo vivir”. 

 

Angel Nieto Roldán nace en Zamora en el seno de una familia humilde que se traslada a vivir al barrio de Vallecas en Madrid cuando tenía un año y allí pasó su infancia. Campeón del mundo 12+1 en Motociclismo. En 1969 consigue su primer campeonato mundial con tan sólo 21 años y cuando regresa a Madrid “nadie se había enterado”. A partir de ahí se encargó de que el mundo de las motos tuviera repercusión y que se viviera con pasión. 

Para conocer en persona a Ángel Nieto pongo rumbo a Madrid, concretamente al barrio de Vallecas donde me recibe en su caravana, esa en la que recorre miles de kilómetros y que cuando descansa se queda aparcada en su negocio de ITV. Con tantos títulos, galardones, reconocimientos, carreras, experiencias de vida… ¿por dónde empezar a entrevistarle? Por el corazón.

¿Si pudiera concederte un deseo… cual sería?

Que la vida me siga queriendo como me quiere. Viendo a mi familia, los valores que tienen y a dónde están llegando soy feliz. Con ganas e ilusión se consiguen las cosas.

Y ¿ qué ha conseguido Ángel Nieto?

He conseguido lo que nunca imaginé. Ganar el mundial, seguir en el mundo de las motos que es lo que más me gusta y hay otra cosa que es fantástica que es el homenaje que me da el pueblo español. El respeto que me tienen, el cariño que me dan… es una de las cosas más grandes que tengo. Mis chavales también lo han conseguido y eso me hace sentir muy orgulloso.

“El miedo siempre está presente”

¿Cómo era ese niño que correteaba por este barrio y que su pasión por las motos le llevó a marcharse a Barcelona con sólo 15 años?

Un chaval inquieto, travieso, que estaba siempre con todo lo que llevara ruedas. Yo soy de una familia humilde y al final me fui a Barcelona a vivir y trabajar de mecánico para salir adelante. Lo pasé muy mal al principio porque era muy joven y estuve varios meses durmiendo en el sótano de una frutería para trabajar en el taller de Paco Bultó. Pero cuando estaba a punto de tirar la toalla y hacer la maleta de vuelta pensaba en las motos y eso tiraba más que todo.

“Lo bueno te enseña y lo malo también”

¿Ese es el secreto, pensar en aquello que nos apasiona?

Hay momentos en los que las cosas brillan y de pronto se apaga la luz. No es fácil. En ese momento es cuando tiene que salir tu energía y tu lucha por aquello que quieres. Si realmente es así, es cuando al final se consigue.

¿Qué pasa cuando las cosas no salen como piensas?

Yo reflexionaba más cuando las cosas no me iban bien o no ganaba… Esas noches en las que no dormía me preguntaba ¿qué había hecho mal? ¿qué tenía que aprender o mejorar? Lo bueno te enseña y lo malo también. Lo bueno lo celebras y lo malo te enseña para no repetir, rectificar y aprender.

¿Dónde está ahora el motor de Ángel Nieto?

Bueno antes mi gasolina era de 98 octanos y ahora esa gasolina es de 95, un poco más suave. Pero sigo cargando pilas, con ilusión, realmente casi todo lo que me mueve es esa pasión y crear cosas nuevas.

“La vida te va haciendo cambiar. El éxito está en aceptar lo que éramos y lo que somos hoy”.

Los títulos que has ganado ¿han puesto a prueba tu superstición?

Bueno tengo motivos para que no me guste el 1 con el 3. Tuve un accidente en Benidorm (un domingo que era 1+3) me quede sin freno delantero en plena recta, tuve que tirarme de la moto, con mi propia pierna le partí la tibia a un operario, la moto se fue hacía la gente, a un hombre le amputaron la pierna, otro estuvo muy grave… Es el accidente más desagradable que he tenido en mi vida, lo pasé fatal.

A 300 km por hora, ¿cómo te mantienes en tu centro?

Cuando me “vestía de torero y salía al ruedo” me cambiaba todo el sistema. Necesitaba distraerme antes y después de las carreras. En la moto hay que pensar, todos piensan. Primero en hacer las cosas como se tiene que hacer y luego contra qué rivales luchas, cómo son, qué hacen y cuando.

“No monto en moto nada, me da miedo.”

¿Qué se siente justo en la salida?

“Es vibrante, emocionante, pura pasión. Algo que te mueve y sin lo que no puedes vivir”.

Pero he de reconocer que yo era un manta poniendo la moto en marcha. Y lo pasaba fatal en la salida, era mi peor momento.

¿Y ahora qué te mueve?

La moto brilla y tenemos unos chavales que son una maravilla de presente y de futuro. Me encanta ver cómo ha evolucionado el motociclismo y la afición que tenemos. Todo esto es lo que me mueve. Sigo disfrutando como si todavía estuviera subido, pero no moto en moto nada, me da miedo. Ya no estoy capacitado para hacer lo que hacía en su momento.

Y antes, ¿también tuviste miedo?

El miedo siempre está presente, mal funcionaría si no tuviera respeto a ciertas cosas. Cuando ves una desgracia piensas que no te va a pasar pero si. Ese es el respeto y lo que te hace saber ganar y perder. Cuando tu vida en juego tienes que saber dónde está tu límite y el de la moto.

¿Y ahora?

Ahora a seguir recorriendo kilómetros en esta caravana apasionado con el asfalto y las ruedas… y acompañado con la cinta de la Virgen del Pilar que me habéis traído.

 

 

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